Los detalles no están claros y suelen llegar
exagerados, pero la impresión general es clara: el joven dictador de Corea del
Norte, Kim Jong-un, mantiene desde que ascendió al poder una purga constante en
las filas de las Fuerzas Armadas de Corea del Norte. Desde el país más
hermético del mundo son frecuentes las noticias de altos cargos del ejército
que aparecen muertos o que son ejecutados por orden del caudillo coreano. La
última desaparición es la del jefe del Estado Mayor, el general Ri Yong-gil,
que fue ejecutado la semana pasa como han informado este miércoles las agencias
de noticias Yonhap y Reuters, que citan diversas fuentes conocedoras de la
situación en Corea del Norte.
Tras la muerte de su padre, el «Querido Líder»
Kim Jong-il, el actual caudillo ha hecho una profunda limpia en las Fuerzas
Armadas para consolidar su poder. Según la información de los servicios
secretos surcoreanos, Kim Jong-un ha ejecutado en los últimos tiempos a 15
oficiales militares de alto rango. Además del hasta ahora jefe del Estado
Mayor, entre ellos destaca el anterior ministro de Defensa, Hyon Jong-chol, que
fue ejecutado tras desobedecer las órdenes de Kim Jong-un y quedarse dormido en
un desfile. En el caso de este último ejecutado, Ri
Yong-gil, los cargos que han llevado a su ejecución han sido por corrupción,
pero las fuentes consultadas por Yonhap apuntan a que se habría opuesto al
reciente nombramiento de varios altos cargos del Partido de los Trabajadores en
importantes puestos militares. Su sucesor podría ser Ri Myong-su, un antiguo
ministro de Seguridad Pública.
Ejecuciones públicas y brutales
No obstante, lo inquietante de estas muertes
son las leyendas que circulan en torno a las circunstancias de sus ejecuciones.
A Hyon Jong-chol le habrían despedazado con un cañón antiaéreo ante cientos de
testigos. Y en lo referido a ejecuciones salvajes, la más famosa es la que
habría afectado al tío de Kim Jong-un. A finales de 2013, durante una
importante reunión con otros cuadros del Partido, el joven dictador mandó
detener a su tío, mentor y número dos del régimen, y luego ordenó su ejecución
tras humillarlo públicamente vertiendo todo tipo de acusaciones contra él. El
aparato de propaganda del régimen le llamó «escoria humana» y dijo de él que
era «peor que un perro». Según informó el diario «Wen Wei Po», un periódico de
Hong Kong afín al régimen chino, pereció devorado por una jauría con 120 perros
hambrientos. Rebotada por el diario en inglés «Straits Times» de Singapur, tan
truculenta noticia corrió como la pólvora en la nueva era del periodismo de
internet sin contrastar fuentes. Unos días después se descubrió que dicha
historia no era más que un bulo que había comenzado en una página «web»
satírica china, Pyongyang Choi Seongho. Con las ejecuciones en Corea del Norte nunca
se sabe dónde empieza la ficción y dónde la realidad. A su amante, la cantante
Hyon Song-wol, se la dio por muerta en agosto de 2013, supuestamente bajo las
balas de un pelotón de fusilamiento. Al menos hasta que la joven apareció viva
y en buen estado en una concentración de artistas celebrada en Pyongyang en
mayo del año pasado (ABC)
Sem comentários:
Enviar um comentário